La brisa del mar, el sol cayendo sobre el horizonte y la ligereza de un día sin prisas. ¿Y si pudieras llevar esa sensación a tu hogar? La colección «cool», inspirada en el minimalismo mediterráneo, busca precisamente eso: espacios serenos donde la naturalidad es la gran protagonista.
Porque, aunque vivamos en la ciudad, llevamos el amor por lo natural en el alma. Pequeños gestos como meditar camino al trabajo, hablarle a las plantas de nuestro balcón o disfrutar de un picnic en el parque nos acercan a la esencia de lo simple y auténtico. En decoración, esa filosofía se traduce en ambientes ligeros, materiales nobles y una paleta de colores que respira calma.
Textiles que evocan el mar y el sol
Para vestir tu hogar con esta estética los tonos azul navy y azul índigo son la clave. Inspirados en el Mediterráneo y sus atardeceres, transmiten esa sensación de bienestar que nos envuelve en los días de verano. Las colchas ligeras de viscosa o algodón lavado, combinadas con cojines de tejidos rústicos, aportan frescura sin renunciar al confort.
El color dorado será perfecto si te gustan los contrastes: utilízalo a modo de complemento, en forma de cojín o de plaid para darle el toque cálido a tus estancias. Estos pequeños detalles darán un giro a tu decoración sin necesidad de incurrir en grandes cambios. Transforma tu ambiente y llénalo de esa sensación inconfundible de verano.
Las texturas tienen un papel fundamental: bordados sutiles, nido de abeja y tejidos jacquard con relieve crean dinamismo sin sobrecargar los espacios. La clave está en equilibrar lo rústico con lo sofisticado, jugando con contrastes que evoquen la naturaleza sin perder la elegancia.
Menos es más, pero con personalidad
El minimalismo mediterráneo no se trata de espacios vacíos, sino de saber elegir bien. Un plaid de algodón deslizándose sobre el sofá, cojines en tonos azules que recuerdan la suavidad de la costa o sábanas ligeras que te brinden un sueño placentero en la estación más cálida.
Porque no hace falta estar junto al mar para sentir su esencia. Basta con rodearse de elementos que nos recuerden su calma, su calidez y su aire de libertad.