¿Quién dijo que los colores en invierno tenían que ser oscuros?
Hoy os traemos una paleta de colores deliciosa: toda una inspiración para alegrar nuestras estancias durante la temporada más fría.
Y ¿Cómo conseguimos esto? con los colores tiza, conocidos también como «chalk colors«. Estos tonos dulces y románticos combinan muy bien con el gris pizarra, ese color elegante que tanto nos gusta en invierno.
También nos hemos inspirado en el origami para crear está tendencia colorista. Una técnica tradicional rescatada por el interiorismo que nos hace disfrutar del DIY en su vertiente más familiar.
Además, utilizamos el azul plomo para potenciar el lado fresco y juvenil de este estilo que tanto está triunfando en el ámbito de la decoración del hogar.
El azul empolvado es el icono del nuevo romanticismo y junto con el rosa suave y el verde agua crean un contraste perfecto para renovar tu decoración invernal sin perder la energía y el buen humor de la primavera.
El color mantequilla, como novedad, aporta calidez y alegría.
Esta tendencia fresca, audaz y juvenil te va a cautivar.