No pasa nada. De verdad, es algo bastante común. Seguro que aún la usas y que es una anécdota graciosa que contar cuando alguien que entra en tu baño ve que el juego de toallas tiene ribeteado un nombre hotelero que no coincide precisamente con tus iniciales.
No pasa nada, pero no son regalo. Valen dinero y no están incluidas en el precio de la habitación, por muy tentadoras que resulten. Pero bueno, no estás solo. Millones de personas lo hacen. La cadena hotelera Holiday Inn declaró en 2008 que había desaparecido de sus hoteles más de un millón de euros en toallas.
¿Por qué robamos las toallas?
Solo hay que consultar a Google, la pregunta ‘¿se pueden robar toallas del hotel?’ arroja más de trescientos mil resultados. Por lo tanto, podríamos decir que el desconocimiento o la ignorancia pueden ser las primeras razones. Habrá quien pense que como están dentro de la habitación, entran en el precio, pero de por vida.
También hay quien roba por pura picaresca. Quien cree que ha pagado mucho por una habitación y decide llevarse todo lo que cabe en la maleta, desde los champús y el cenicero hasta las toallas o los albornoces. Los hay que viajan con destornillador y se llevan la tele, el mando, las pilas y hasta las bombillas, pero ese es otro tema.
Después hay otra clase de pícaros que podríamos considerar los más avispados de todos. Son aquellos que espían al personal de limpieza de las habitaciones para sustraer de los maravillosos carritos las toallas limpias y así, que no conste como que han desaparecido de una habitación en concreto.
Esta especie suele vigilar con paseos casuales hasta que encuentra un carrito ‘desvalido’ en el pasillo y al personal de limpieza distraído un segundo dentro de la nueva habitación. Eso sí, es imprescindible llevar una bolsa para meter las toallas, ¡resulta siempre sospechoso ver a alguien cargado de albornoces por el hotel!
Esos carritos son a su vez una debilidad para muchos viajeros, que intentan sustraer también bolis, libretas y botes extra de champú y gel sin que la limpiadora se percate. Es paradójico, ya que son productos que valen muy poco dinero mientras que el viajero ha pagado 200€ por pasar la noche, ¿para qué quiere robar tres euros en bolígrafos?
Los amantes de la buena ropa de cama y de baño que no tienen muchos miramientos suelen pasarlo mal en los hoteles, ya que según la categoría de los establecimientos, suelen cuidar bastante estos tejidos.
Lo sabemos no solo porque en Manterol proporcionamos toallas para hoteles, sino también porque como turistas hemos soñado con llevarnos el edredón, las sábanas o las toallas de ciertos hoteles dentro de la maleta.
La razón estriba en que en casa no siempre tenemos varios juegos de ropa de baño de calidad, quizás tan solo uno o dos y el resto los hemos comprado más baratos, para el día a día. Y sabemos que no hay una sensación mejor que la de salir de la ducha y acurrucarse en un buen albornoz de calidad, con una textura inigualable.
Tras haber experimentado eso, es fácil que se nos ocurra hacer sitio en la maleta. Por ello, hay hoteles que intentan evitarlo con tiendas en sus establecimientos en los que venden, entre otras cosas, las toallas y los albornoces de las habitaciones. Pero si ni por esas consiguen evitar el hurto, es posible que carguen en la factura el precio de lo sustraído.
Desde Manterol os animamos a disfrutar de la estancia de los hoteles y si os pica la tentación, que ahorréis un poco e invirtáis en una buena ropa de baño por dos razones. Primero, para que no os coloreen la cara en ningún hotel acusándoos de robo. Y segundo, porque tener toallas y albornoces de calidad hará que nuestra experiencia en el baño de casa sea mucho más agradable y confortable. Si no os convencemos, ¡esperamos que no os pillen!