No hay nada más placentero que meterse en una cama recién hecha, con la sábanas bien puestas: limpias y estiradas.
Es en ese momento cuando te das cuenta de que las sábanas juegan un papel fundamental, ya que son las que están en contacto directo con nuestro cuerpo.
Por ello el cuidado de las mismas se vuelve esencial. ¿Tú cómo las cuidas?
La forma en que lo hagas es muy importante ya que se trata de un tejido que, bien cuidado, puede durar muchos años. Sin embargo, si no lo tratas como requiere puede perder suavidad, ligereza e incluso puede llegar a romperse.
Vamos a dejarte unos consejos para que tus sábanas duren muchos años y además conserven sus cualidades hasta el final.
El primer lavado es muy importante: utiliza un programa corto y con agua fría. Lávalas por separado, no las mezcles con otras prendas. Hazlo con un detergente suave y no utilices suavizante.
En lavados posteriores recomendamos hacerlo de la misma forma. Si quieres puedes añadir un cacito de vinagre en la cubeta del suavizante para una mayor limpieza. Ya que este elimina los malos olores y las bacterias.
Lo ideal sería secarlas al aire, que no les de la luz directa para que las fibras no sufran daños por el sol.
Si tus sábanas son blancas y ya tienen un tiempo, puedes añadir un poco de bicarbonato de sodio en el lavado para blanquearlas.
Como has visto es sencillo hacerlo y, mantenido en el tiempo, te brinda unos resultados magníficos.
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