Sí, sí, ya estamos en 2019. El tiempo ha pasado volando y tú no te has dado ni cuenta, pero ¿cuándo fue la última vez que renovaste tus toallas de baño?
Pues ha llegado el momento. No hace falta ser un experto en textiles para saberlo, te vamos a ayudar un poco. Es hora de comprar unas nuevas si:
- Están más delgadas de lo que eran. Cada lavado hace que se vayan perdiendo fibras de tela, por lo tanto absorberán menos y secarán peor.
- No están tan suaves como antes. Las propiedades que tenían al comprarlas se han perdido y el contacto con la piel no es tan dulce y confortable como al principio. Eso es porque las fibras están dañadas.
- Huelen mal. En las toallas se acumulan bacterias que producen olores desagradables. Debes airearlas y no tirarlas al cesto de la ropa sucia cuando están húmedas. Sin embargo, si al poco de lavarlas el mal olor regresa es que tienes que comprarlas nuevas.
- Los colores oscuros se han descolorido, los claros no brillan tanto como al principio, alguna parte está rasgada o desgastada.
No tomes estos consejos como un pesar negativo, cógelos como una oportunidad de renovar. De darle otro aire a tu baño. Piensa que visten esa estancia como el mejor de los complementos. Los colores adecuados son un aliado a tu favor, y colocadas en un lugar estratégico dan un toque elegante y distinguido.
El segundo paso será elegir la toalla adecuada, y en este tema también te podemos echar una mano:
Piensa que una buena toalla da confort y satisfacción, sobretodo un buen secado. Las de rizo son las más absorbentes. Nada más agradable al tacto que una toalla 100% algodón con un buen gramaje. A partir de 550 gsm (gramos por metro cuadrado) ya podemos decir que estamos hablando de una buena toalla.
Éstas, recuperan su forma suave y mullida con facilidad, sin apelmazarse.
Además puedes elegir entre los más de 20 colores que tenemos disponibles.
No lo dudes, renueva tu baño. Y no te quedes ahí, aprovecha para poner unas flores, velas o unos jabones, va a ser tu estancia preferida.